jueves, 10 de enero de 2008

Metamorfosis

Voy hacia el aire con alas multicolor.


Me transformo, soy el sol, una flor en
estado de fotosíntesis

un hombre vestido de paz,
un hombre que se alimenta de pobreza,
un hombre que puede volar.
Soy luz, fuente de tu divino ser, la
seguridad ante tus ojos humanitarios,
la bondad de un ángel guardián.

Vuela conmigo, transmuta, de fértil
insecto a suave libelula.

Ven conmigo, te llevaré, transformaremos
la tierra, cultivaremos la esperanza en
suaves campos de algodón y así dormir
nuestro sueño, así dormir eternamente.

Miguel Angel Porcel de Peralta.

jueves, 3 de enero de 2008

Las copas


Entre copas sucias nos miramos.

Amanecidos mientras ella lavaba las copas sucias con lágrimas de sus ojos, cuando hace tan solo unas horas atrás esas copas brindaban de alegría.
Está sola, hasta la sobra de su presencia la atemoriza, su cenit rostro me miraba, y yo perdido en preguntas la abracé.

Me baño en llanto y no pude evitarlo, me duele, me dijo, me duele...
¡Y yo me quede sin habla!

Me duele el llanto, no puedo, todo se vuelve imposible e inalcanzable. Me quedo sola, con las penumbras de un viejo amor que no me ama, que no me extraña y me sucumbe un tsunami de preguntas, que me pueden y se me vuelve interminable esta batalla conmigo misma...
¡Y yo vi!

Como esa sombra de amor deambulaba por los rincones del castillo, veía que también sufría. Cruel espectro de castigo, el perdido no la abrazaba, se tornaba sombra, no la besaba, ni la amaba...
¡Y yo sentí!

Que ese amor era imposible, que el tiempo lo había sepultado entre sábanas rotas, de tantas penas.
Ella no comprendía nada, su amor la miraba de cara al espejo y no le decía nada. Se recogió el pelo con preguntas, se volvió fantasma dentro de sí y se casaron en el umbral de la muerte, pero el no estaba muerto, es que ella ya había perdido la cordura hace tiempo y no lo veía, ni lo sentía.

Fin.

Miguel Angel Porcel de Peralta.

Pureza



Amada mía pureza de ángeles negros, vagando en el cielo infinito, laberinto de pecados, castigo de paloma.


Déjame adentrarme en tus muslos de paloma blanca
y copular indefectiblemente en tu ser, acortejarte con mi humilde belleza,

y aniquilarte en múltiples orgasmos hasta al anochecer.

Mariposa negra que manipulas mis deseos, que me apresas a tus virtudes. Inundado de orgasmos pienso en tu nombre, me desespero y caigo en tu fatal juego.

Suculenta deidad no me atraigas, no me lleves, arrástrame a tus bajezas de mujer y hazme tan solo un mortal que se desliza entre tus fluidos pensamientos.

Miguel Angel Porcel de Peralta.

Natural

Mujer natural, la búsqueda de mi inocencia reposa sobre tu regazo, ave herida, gorrión que encuentra en ti su refugio, su nido.

Llévame en ti, quiero viajar en tus besos de moras dulces y germinar la evolución en tu vientre, amamantándome de tu sabia naturaleza, vertiéndome en el maná de tu piel.

Zarpar al infinito, a lo etéreo de mis raíces y arrastrarme como insecto en tu abrumada conciencia, abrirte los ojos a la realidad, morder de tu boca la manzana y condenarnos eternamente como serpientes venenosas por el suelo.

Miguel Angel Porcel de Peralta.

miércoles, 2 de enero de 2008

Salvaje

En temblores de injusticias.

Salvaje su gentil mirada galopante,
penetra furiosamente entre mis huesos
y me coagula la sangre.

Siento el temblor de su furia
saltando sobre la arena, lleno de ira
con la vista puesta en mi.

Respira mi ronco caballo, con el
aliento en fuego, funde el oxigeno
y quema el aire sin piedad.

En su agonía final con la cabeza
Tambaleando se confiesa ante mi.
El, cautivo de emociones, exclama
su libertad, en sus cuatro patas se
eleva al cielo.

En sus ojos de bronco, el caballo blanco
grita en su agonía , viaja en su montura de
mil suplicios, arrastrado entre cadenas de injusticias, grita
libertad, libertad, libertad.
Miguel Angel Porcel de Peralta.